viernes, 28 de octubre de 2011

¿Por qué?

¿Por qué?

¿Por qué me diste a probar el dulce néctar de los dioses para luego arrebatármelo con un simple “no”?

¿Por qué me diste la rosa para luego clavarme la espina?

¿Por qué te necesito si me haces daño?

¿Por qué me da el mundo la espalda aunque le muestre la sonrisa?

¿Por qué te sigo queriendo?

¿Por qué no acepté lo que me dictaba el corazón en el momento apropiado?

¿Por qué te amo si por dentro te odio?

¿Por qué te odio si por dentro me odio a mi misma?

¿Por qué no me das la oportunidad de hacerte feliz?

Tantas preguntas y la respuesta tienen nombre y apellidos.

Mi corazón ya no late como antes, estoy vacía por dentro.

La soledad es persistente, te ahoga por dentro.

El amor es una enfermedad que solo tiene dos curas: la correspondencia o el olvido…

Tendré que pensar como desemboca mi futuro…

martes, 13 de septiembre de 2011

El abismo de la eternidad

El abismo de la eternidad
Capítulo 1
Nada es eterno.
Todo tiene un principio y un final.
Nunca se sabe cuando la vida puede dar un vuelco.
La vida de Kate Williams giraba en torno a los estudios y a sus amigos, siempre andaba feliz a donde iba, no le importaba lo que pensaran los demás de ella, con 25 años ya tenía acabada su carrera de periodismo y trabajaba en el periódico local redactando noticias sobre la actualidad en Londres con respecto a los adolescentes.
Destacaba siempre por sus ojos claros verdes y por su larga melena morena.
Ever siempre iba al mismo café, “CAFÉ CONFIS”, ya que le cogía cerca de casa y preparaban los mejores capuchinos de toda Inglaterra.
Ella iba acompañada de sus dos mejores amigos, Ashley y Kevin, a los que valoraba por encima de todo como sus personas de confianza, ya que nunca le habían fallado.
Ambos estaban convenciendo a Kate para que fuera a una fiesta.
-¿Por qué no te apuntas?, sé que te lo vas a pasar muy bien.-dijo Ashley.
-No sé lo que haré, porque tú sabes perfectamente que en invierno no me gusta salir demasiado, además tengo trabajo pendiente.
-De verdad chica que no te entiendo, si lo llevas todo al día, ya tendrás tiempo de sobra para trabajar, además por la noche no iras a trabajar ¿no?.
-Ya pero déjalo, de verdad no me apetece ir.
Viendo Kevin que Ashley no conseguía convencerla decidió intentarlo él.
-Ever, es la primera fiesta que vamos a tener en el año y sin ti no será lo mismo, ven por favor, no te arrepentirás.
Ever, viendo que no se iba a librar de ellos hasta que no dijera “sí”, decidió ceder.
-De acuerdo, pero solo hasta las doce.
-De acuerdo,CENICIENTA.-Dijo Ashley en tono de burla, pero con la satifacción de haber conseguido lo que quería.
Media hora después, se marchó Ever para cambiarse de ropa.
Capitulo 2
Después de una ducha rápida, abrió su armario y sacó unos vaqueros rotos y un top negro de Cachemira, con unas bailarinas del mismo color, no pensaba ir muy arreglada a la fiesta ya que no pensaba quedarse mucho tiempo.
Bajó las escaleras de forma rápida y pasó por la cocina para ver a su madre, Alisson, madre cuyo marido había sido asesinado injustamente, y que desde entonces había provocado a ella un miedo exagerado a que su hija saliera de casa :
-Mamá voy a ir a una fiesta, te prometo que no llegaré tarde.
-Ya sabes lo que opino de las fiestas.
-Lo sé, pero no me voy a quedar mucho tiempo.
-De acuerdo, confío en ti.
La madre de Ever no es que fuera muy controladora, pero no le agradaba demasiado que ella fuera, aunque decidió ser un poco más flexible esta vez.
Después de controlar que llevara el móvil encendido y todo en orden la dejo salir de casa, no sin antes decirle algunos consejos:
-Sé que vas a estar con tus amigos pero aún así quiero que tengas mucho cuidado de con quien hablas y de con quién te vas, no aceptes nada de lo que te de nadie y vuelve temprano.
-SIIII,mamá.
Al salir a fuera se quedo unos segundos mirando el exterior, el paisaje de Londres en pleno invierno era muy sombrío, con las calles desiertas y la sensación de humedad que inundaba todo. Ever se sentía un poco rara, pero decidió no pensar en ello.
Buscó su coche, un Seat Ibiza del 2009 en color rojo, una monada según ella.
Al estar ya sentada, se dispuso a ajustar el retrovisor, cuando por espejo vio, detrás suya una sombra de alguien.
Ella gritó pero al darse la vuelta no encontró a nadie.
Con el corazón encogido, apoyó las manos sobre el volante y se dirigió hacia el lugar de la fiesta.
Capítulo 3
La fiesta parecía estar bastante animada, después de pensárselo varias veces, se decidió a entrar.
Una vez dentro intentó buscar alguna cara conocida y mirando entre la gente no logró visualizar a nadie.
Ever que ya andaba un poco decepcionada y desconcertada, decidió sentarse en un banco pensando que iba a hacer.
De repente, una llamada la sacó de sus pensamientos:
-Hola.
Ever se quedo un poco anonadada, aquel chico tenía los ojos más negros que jamás había visto, no podía apartar su mirada de él, estaba casi hipnotizada.
Tenía la sensación de que ya lo había visto antes pero no sabía donde.
Al notar la sensación incomoda de la mirada, Ever la apartó.
-Hola. Respondió ella.
-¿Te han dejado sola?
-Parece que si.
-Pues a mis amigos no se les ha ocurrido otra cosa que gastarme una broma e irse sin mí.
-Pues vaya, ¿y eres de por aquí?
-Sí, vivo en un apartamento que está a unos kilómetros de aquí.
-Ah, ¿y cómo piensas regresar?
-¿por qué no me llevas tú?
-¿Cómo sabes que tengo coche?
-Lo intuyo.
-Pero ni siquiera sabes mi nombre.
-Déjame adivinar, te llamas Ever.
Ever empezó a asustarse, como podía ser que aquella persona supiera su nombre, era todo tan extraño.
-Creo que me voy a ir.
-Siento si te he asustado, no era mi intención.
-¿Cómo has sabido mi nombre?
-Muy fácil, tienes un colgante en el cuello que lleva tu nombre.
Ever se quedo blanquecida, no había pasado tanta vergüenza en su vida.
-Siento haber sido grosera, pero hoy no he tenido un buen día.
-No importa, todos podemos tener un mal día, por cierto soy Daniel.
-Encantada, y lo siento de verdad, pero me voy a ir.
-¿Por qué?
-¿Por qué no debería irme?
-¿No te gustaría seguir aquí, hablando conmigo?
-No me importaría, pero…
-Pues entonces quédate.
-No puedo de verdad, me voy.
-¿No me vas a dejar convencerte?.
Ever sentía la necesidad de salir corriendo pero por otra parte quería seguir hablando con él, había algo en Daniel que la invitaba a quedarse.
En ese instante Daniel le cogió la mano y Ever sintió como todo su cuerpo ardía en un intenso hormigueo.
Pero ella se soltó.
-Lo siento, pero me voy.
-Está bien, princesa.
Saliendo de la fiesta, Ever no podía dejar de pensar en ese extraño encuentro.
-¿Qué me ha ocurrido?, ¿qué ha sido esa sensación?.-pensaba.-¿Me ha llamado princesa?
Buscó su coche, no le fue difícil encontrarlo, ya que se le había hecho bastante tarde y se había ido ya mucha gente.
La calle estaba oscura y hacía un viento que conseguía helarle los huesos.
Buscando las llaves, se dio cuenta de que alguien la seguía.
Intentó atajar entre los coches, desesperada ante el acercamiento de su perseguidor.
Asustada intento en un movimiento desesperado meter las llaves en el coche, pero la agarraron por detrás.
Empezó a forcejear, su agresor le tenía las manos bloqueadas con una mano y le aprisionaba el cuello con la otra.
Ya notaba la presión en su cabeza, se empezó a marear, no conseguía moverse y tenía la cabeza bloqueada por el miedo.
De repente cayó al suelo y vio como dos personas comenzaban a pelear.
Empezaba a ver borroso, le pitaban los oídos y no se podía mover.
En ese momento se acordaba de su padre, de si se sentiría igual que ella en ese momento y de si ella tendría el mismo final que él.
Escuchaba un forcejeo de una persona queriendo escapar sin éxito.
De pronto todo fue silencio, la otra persona ya no gritaba, y su salvador se acerco a Ever, él dijo algo que ella no logró escuchar.
Ella se desmayó en cuanto él la cogió en sus brazos.
Capitulo 4
Ever se despertó.
Se encontraba aturdida.
Cuando logró acordarse de lo ocurrido se incorporó rápidamente.
Se encontraba en un apartamento que ella no conocía.
De pronto se abrió la puerta de la calle, y, apareció Daniel.
-Por fin, ya estas despierta, empezabas a asustarme.
-¿Dónde estoy?
-Estas en mi apartamento.
-¿Qué ha ocurrido?
-Te atacaron, pero llegué a tiempo para salvarte…estas temblando.
-Todo ocurrió tan deprisa…apenas recuerdo nada.
Él la abrazo.
Ever necesitaba su abrazo, apenas le conocía pero dentro de sí, sentía que era una persona especial para ella.
No quería dejar de abrazarle, se sentía segura a su lado.
De pronto, Ever se soltó y puso una cara de horror:
-¡Mi madre!
-Tranquila, le he puesto un mensaje, diciéndole que te habías quedado en casa de una amiga porque tu coche estaba estropeado.
-¿Me has cogido el móvil?
-Fue necesario, además se ve que eres el tipo de chica que se va pronto a casa porque su madre se lo dice.
En ese instante, se dio cuenta de que llevaba puesto el pijama, cuando ella recordaba que la noche anterior estaba vestida con ropa de fiesta.
-¿Me has puesto tú el pijama?
-No te preocupes, no es el primer cuerpo desnudo que veo.
Ese comentario hizo que Ever se sintiera decepcionada, por alguna razón se sentía atraída por Daniel, él tenía algo que la atraía, tal vez, fuera por sus ojos ennegrecidos, o quizás por el olor a menta e hierba fresca que llevaba, o porque la hacía sentirse segura.
Una mirada penetrante hizo salir a Ever de sus pensamientos:
-¿Qué piensas?.preguntó él.
-Pienso que no debería estar aquí.
-¿Por qué?
Se fue acercando a ella al mismo tiempo que ella retrocedía.
-Porque…
-Adelante, dímelo.
Ya estaba a unos pasos de ella, y Ever ya no podía retroceder más, tenía detrás el sofá donde había dormido aquella noche.
Él la cogió de la cintura y empezaron a caer lentamente sobre el sofá, sus miradas se encontraron, sus labios se tocaron en un beso tierno y prolongado, él comenzó a desabrocharle los botones de su camisa…
Una llamada del teléfono de Ever, rompió la magia.
-No contestes.-dijo él.
-Tengo que contestar.
-De acuerdo.
Daniel se levantó, ella se incorporó rápidamente, y cogió el móvil, en la pantalla aparecía el nombre de su amiga Ashley.
-¿Si?
-¿Se puede saber dónde te metiste anoche?
-Estuve en la fiesta, pero se ve que tu no.
-Kevin y yo estuvimos en aquella fiesta, pero no te vimos ayer.
-Conocí a alguien…
-¿Qué?
-Te lo explicaré más tarde.
-¡No me dejes con la intriga!
Ever colgó.
-Tengo que irme.-Le dijo a Daniel.
-De acuerdo, pero conduzco yo.
-No creo que sea necesario.
-¿En serio?, porque yo creo que el hecho de que ayer estuvieras a punto de morir, sería algo más que necesario y no aceptaré un “NO” como respuesta, además si coges tu coche romperás tu cuartada y tu madre lo sabrá todo.
-Bueno, vale, de acuerdo.
Aunque no le gustaba admitirlo, Daniel llevaba razón.
Capitulo 5
Después de darse una ducha de agua caliente, salió en ropa interior a buscar su ropa, al abrir la puerta estaba él mirándola.
-Si hace media hora te hubiera visto así no te hubiese dejado coger el teléfono, Princesa.
Ella sonrió, pensando que su vista tampoco estaba mal, Daniel estaba sin camiseta y tenía el cuerpo atlético.
Se puso a pensar que hubiera ocurrido si el teléfono no hubiese sonado, se ruborizó ante aquella idea, e intentó apartarla de la mente.
Cogieron el coche y se dirigieron hacia la casa de Ever, donde, en los escalones de la casa esperaban Ashley y Kevin.
Él la beso, quedándose ella cortada y enrojecida, la mirada de sus amigos era de asombro, Ever se bajó del coche, le despidió con la mano y Daniel se marchó.
Ashley miraba incrédula y Kevin tenía la cabeza agachada y mirada en el vacío.
De pronto, antes de que Ever pudiera decir nada, Kevin se levantó, se apeo en su moto y se marchó sin decir palabra.
-¿Qué le ocurre?.-dijo Ever.
-Se ve que aún no te has dado cuenta, entremos en tu cuarto, te lo explicaré mejor allí.
Una vez dentro allí estaba su madre, con un café caliente, esperando impaciente a su hija.
Ever decidió no contarle nada de lo sucedido, bastantes sufrimientos tenía ya como para darle otro más.
Subieron las escaleras rápidamente, y llegaron a su cuarto, se sentaron ambas en la cama y se llevaron varios minutos en silencio, hasta que Ever habló:
-¿Me vas a contar de una vez que le ocurre a Kevin?
-¿De verdad aún no te has dado cuenta?
-Es evidente que no.
-Kevin está enamorado de ti, y tu acabas de romperle el corazón.
-¿Qué?, ¿desde cuándo lo sabes?
-Desde hace un par de años.
-¡¿Y por qué no me lo dijiste?!
-Me hizo jurar que no te diría nada.
-Ni siquiera lo sospeché.
-Y bueno, cuéntame tú, ¿Cómo es que mi mejor amiga, la cual siempre ha afirmado ser tímida y poco conquistadora, ha pasado la noche en casa de otra persona y quien sabe lo que habrá hecho?
-No ha pasado nada, bueno, sino hubieses llamado me temo que sí hubiera pasado.
-Soy experta en interrumpir.
Después de unos minutos pensando, Ever decidió que era conveniente que su mejor amiga supiera lo realmente ocurrido aquella noche.
-Anoche me atacaron…
-¡¡¿Queeee?!!
-Y él me salvó.
-Qué bonito, ¿Qué fue en plan superman o algo parecido?
-La verdad es que no me acuerdo de mucho, me desmayé, y desperté en su apartamento, los detalles no pienso contártelos.
-Después seré yo la insensata, pero creo que me acabas de ganar.
Se quedaron un rato en silencio, ambas pensando lo mismo.
-¿No le vas a contar nada a tu madre?
-No, no quiero preocuparla.
-¿Vas a volver a verle?
- He quedado con él, esta tarde.
-¿Qué vas a hacer con Kevin?
-Hablaré con él, cuando le cuente lo sucedido me tendrá que entender, después de todo son muchos años de amistad para perderlos de esa forma.
-¿Y crees que él querrá hablar contigo?
-Eso espero.
Capitulo 6
La tarde estaba lluviosa como de costumbre, pero como ya había anochecido, a Ever no parecía importarle, aunque parte de ella se sintiera culpable por no corresponder a Kevin, no podía evitar sentirse plenamente feliz por estar al lado de Daniel.
Él la hacía sentirse así, habían conectado totalmente, y después de horas hablando de ella decidió que ya era el momento de saber más de él.
-Creo que ya hemos hablado bastante de mi, cuéntame algo de ti.-dijo Ever.
-¿Y qué quieres que te cuente?
-Pues no sé, tu vida, tu pasado…
-Mi vida es aburrida, no hay mucho que contar de ella.
-No creo que sea aburrida, por lo menos para mí.
-Mejor, ¿por qué no me cuentas algo de tus padres?.
Ever se quedó mirando al vacio.
-¿He dicho algo malo?
-A mi padre lo asesinaron.
-Oh, lo siento, no debería haberlo preguntado.
-No pasa nada.
-Sino es mucho preguntar, ¿Por qué lo asesinaron?
-Fue una noche de verano, íbamos mi madre, mi padre y yo, era muy tarde, acabábamos de salir de una boda, el coche estaba aparcado lejos así que para atajar cogimos por el puente de Londres, ya que a mí me encanta ese puente, tiene unas vistas preciosas.
De pronto nos atracaron, aquel hombre iba con la cabeza tapada y llevaba una pistola en la mano, a mi madre y a mí nos quitaron todas las joyas y nuestros respectivos bolsos y a mi padre la cartera, pero para él no era suficiente. Se acercó a mi madre y empezó a tocarla, yo no pude soportarlo y le empujé, cayendo al suelo, él, muy malhumorado se levantó y cuando me iba a disparar mi padre se puso delante de mí recibiendo él, el disparo…
Cuando pronunció esas últimas palabras se le quebró la voz, y una lágrima empezó a asomarse por su cara.
-Debiste de pasarlo muy mal.
-Aún me culpo por ello, fue por mi capricho de coger por ese puente el que hizo que mi padre muriera, además esa bala debí de recibirla yo no él.
-No digas eso, tu padre intentó protegerte, yo haría lo mismo.
Entonces le abrazó.
-No podría soportar verte morir.
-Shhh, tranquila, a mi no me va a pasar nada. Creo que será mejor que te lleve a casa.
-Está bien.
Capitulo 7
De camino a casa, ambos estaban pensativos, ninguno hablaba, Ever pensaba por qué Daniel no quería contarle nada de su pasado, y decidió intentarlo de nuevo.
-¿Vives solo?
-Sí.
-¿Y tus padres?
-No tengo, mis padres murieron cuando yo tenía nueve años.
-Oh, lo siento.
-Ya apenas me acuerdo de ellos.
-¿Y con quién te has criado?
- Con mi tío Lorens, pero ya no vivo con él, ya que me despreciaba, no sé si me entiendes.
-Sí, te entiendo.
Ahora comprendía porque no quería hablar de su pasado.
-Entonces comprenderás por qué no quiero hablar de mi pasado.
Era extraño, a veces parecía que le leía el pensamiento ya que él había dicho exactamente lo mismo que ella había pensado.
-Ya hemos llegado.
-Se me ha hecho el camino más corto que de costumbre.
Él sonrió y la besó.
-He comprado una película nueva y quizás querrías verla mañana conmigo.
-Estaría encantada, yo llevaré las palomitas.
-De acuerdo.
Se despidieron y ella entró en casa.
Aquella noche Ever no conseguía dormir, no hacía más que pensar en lo que Daniel le había dicho.
¿Qué quería decir con lo de que su tío le despreciaba?.-pensaba.-¿Fue maltratado?.
Se quitó esa idea de la cabeza e intentó dormirse.
Capitulo 8
A la mañana siguiente, intentó llamar a Kevin, pero sin Éxito.
Ever se sentía frustrada, no comprendía porque tantos años de amistad podían acabarse así.
De pronto su móvil sonó, era Daniel.
-Princesa, me temo que tendremos que quedar un poco más tarde ya que tengo que solucionar algunos temas de trabajo, ¿te parece bien que te recoja sobre las 7?
-Vale, no pasa nada.
-Pues nos vemos a las siete, te quiero.
Ever dudó un instante, era la primera vez que le decía “te quiero” y se apresuró a contestar.
-Yo también te quiero.
Se sentía radiante, estaba completamente enamorada de Daniel.
En parte quería estar más tiempo con él y por ello le decepcionaba estar toda la mañana sola, pero así podría dedicarse ella más tiempo en trabajar ya que después de tanto enredo no había conseguido adelantar trabajo.
Uno de las cosas buenas que tenía el tener tu propia columna era que podía trabajar en casa y enviarlo todo al periódico desde allí.
Decidió escribir sobre los problemas que tienen los estudiantes y las fiestas, tanto alcohol provoca un descontrol total en ellos.
Después de haberlo enviado todo miró el reloj, y vio que ya eran las 5, se duchó y se puso a ver que se ponía.
Por primera vez en su vida no sabía que ponerse, siempre había sido una persona sencilla y no había tenido problemas pero ahora pensaba seriamente que ponerse.
Tras varios intentos fallidos, decidió ponerse una falda marrón chocolate y un top palabra de honor blanco con unas sandalias del mismo color.
Se hizo un recogido informal y se echó un poco de coloretes para realzarse el color de la piel.
A las siete menos diez bajó las escaleras y cuando iba a salir su madre la paró en seco.
-¿ A dónde vas?
-He quedado.
-¿Con quién?¿le conozco?
-No, no lo conoces.
-¿Y por qué no me lo presentas?
-Porque en parte me da vergüenza.
En ese momento sonó la puerta y Ever rogó para que no fuera Daniel.
Al abrir la puerta, quedó sorprendida, no podía creer lo que estaba viendo…era Kevin.
Tenía el semblante serio y una mirada que asustaba, también tenía una extraña cicatriz en la cara.
-No esperaba que vinieras.-dijo Ever.
-Ya…me imagino que esperabas a otra persona pero siento defraudarte…soy yo.
-¿Podemos hablar a solas?
-¿Por qué no?
Salieron a la calle.
-Lo siento.-dijo Ever.
-¿Que sientes qué?
-Siento no haberte dicho nada sobre Daniel.
-¿y?
-No seas engreído.
-Tengo motivos de sobra para serlo.
-De verdad, yo no tenía ni idea de nada, de haberlo sabido…
-¿No habrías salido con él?
Ever dudó un instante, aunque lo hubiera sabido ella habría hecho lo mismo, aunque con un poco más de discreción.
-La verdad es que sí, pero…
-¿Pero qué?, la verdad te creía como otro tipo de persona.
-¿Qué tipo de persona crees que soy?
-Eres una cualquiera, dicho con buenas palabras.
-¿Eso piensas?, yo pienso que los celos te están corrompiendo.
-¿Ahora te has vuelto psiquiatra o qué?
-¿Por qué me tratas así?
-Te trato mejor de lo que me gustaría.
-¿Y cómo sería peor que esto?
-No quieras saberlo.
Kevin puso una risa diabólica que a Ever no le agradó, pero para aparentar firmeza decidió no mostrar el miedo que sentía en ese momento.
-No te tengo miedo.
-Pues deberías.
-¿Ah sí?, ¿Qué vas a hacerme?
De pronto Kevin cambió el semblante, ahora mostraba un aspecto aún mas maléfico.
Rápidamente Kevin cogió del brazo Ever tan fuerte que parecía que se lo iba a romper, Ever puso una cara de horror y Kevin empezó a arrastrarla hacia el callejón que se encontraba enfrente de su casa.
-Suéltame.
-¿Por qué?, ¿no quieres saber lo que soy capaz de hacer?, te lo voy a mostrar.
-No, déjame en paz.
Una vez dentro del callejón, Kevin la tiró al suelo con una fuerza descomunal.
Ever se golpeó la cabeza con la pared y una hilera de sangre empezó a discurrirle por la frente.
Estaba aturdida, indefensa y sin escapatoria.
-¿Sabes?, ¿recuerdas el día de la fiesta?, él que te atacó fui yo, tenía pensado pedirte salir aquel día, pero llegamos un poco tarde y cuando fuimos a buscarte, te vi hablando cariñosamente con Daniel y me entró tanta rabia que pensé en darte un buen susto, pero se entrometió él.
-¡Fuiste tú!-dijo Ever sollozando.
-Exacto, y te vas a arrepentir de haberte ido con ese cabrón.
Kevin se sentó encina de ella de modo que Ever no pudiera moverse, con una mano le agarró los brazos y con la otra comenzó a subirle la falda.
-No, por favor.-suplicó Ever.
-Shh, ahora es momento de que disfrute yo, tranquila no voy a matarte, o por lo menos eso creo.
Ever cerró los ojos, no quería ver nada.
De pronto se sintió liberada de peso, ya no notaba el forcejeo de Kevin.
Abrió los ojos y vio como Kevin estaba luchando con otra persona, intentó levantarse pero solo consiguió quedarse sentada.
Ajustó la vista y pudo comprobar que él que estaba forcejeando con Kevin era Daniel.
En ese instante Daniel golpeó a Kevin y lo dejó en el suelo. Ya no se movía.
-¿Estás bien?.-dijo él.
Pero Ever no respondía, estaba en estado de shock.
-Ever, mírame por favor.
Ever tenía la mirada en el cuerpo inmóvil de Kevin, aún no podía creer que él podía haberle hecho eso, habiendo sido tanto tiempo amigos.
-Kevin, está…
-Sigue vivo, de momento, por que como se mueva me lo cargo, ¿te encuentras bien?.-dijo Daniel mirando a Kevin.
Pero no obtuvo respuesta.
-¿Ever?
Ever se encontraba totalmente tirada el suelo sin conocimiento.
Capitulo 9
Ever despertó en el cuarto de Daniel.
Su cuarto era sombrío, lleno de posters de grupos de rock.
Al girar la cabeza se dio cuenta de que Daniel estaba al lado suya mirándola fijamente, con gesto de preocupación.
-¿te encuentras bien?.-dijo Daniel.
-Sí, pero me siento confusa, tantas cosas han pasado tan rápido que me cuesta asimilar esta situación.
-Si lo dices por Kevin, no hay problema, está detenido, después del incidente llamé a la policía y ya ha pasado a disposición judicial.
-Entonces, ¿ya no volverá a molestarnos?
-Jamás, puedes estar tranquila.
-Gracias, de verdad.
-No tienes porque darlas…bueno, ¿te sigue apeteciendo ver esa película?
-Me encantaría, pero no he podido traer las palomitas.
Daniel sonrió y la abrazó, se había asustado con el incidente, cuando él le habló y ella no contestaba se temió lo peor.
Después de una película de acción, ambos se quedaron recostados en el sofá, Daniel le acariciaba el pelo a Ever, la cual estaba apoyada en su pecho.
En el ambiente se respiraba paz y tranquilidad.
-¿Vas a quedarte a dormir esta noche?.-dijo Daniel en un tono picaron.
-Me encantaría.-dijo Ever con una sonrisa en su boca.
Capitulo 10
Después de una noche placentera, tanto Ever como Daniel estaban recostados.
Daniel la abrazaba con fuerza y eso hacía que se sintiese segura.
-Nunca dejaré que te pase nada.-dijo Daniel.
-Lo sé, eres el hilo de esperanza que tengo cuando creo que ya lo tengo todo perdido, y confío en ti plenamente.
Todo lo que podía desear en ese instante se había cumplido.
Estaba junto a la persona que amaba, por encima de todo.
Un rato después, ambos se ducharon y se vistieron.
-Son ya las nueve, será mejor que vuelva a casa.
-¿Tu madre no te ha preguntado, con quien sales todas las noches, y con quien te quedas a dormir?
-La verdad es que sí.
-¿Y se lo has dicho?
-Por supuesto que no.
-¿Y a qué esperas?
-Es es me da vergüenza.
-¿Crees que no le voy a caer bien?
-No es eso, sino es que mi madre es muy observadora, ya sabrás por qué, y no quiero que por cualquier tontería…
-No hace falta que sigas, y puedes estar tranquila, le voy a caer bien.
-¿Cómo puedes estar tan seguro?
-Simplemente lo intuyo.
-Está bien, entonces no te importará que la conozcas hoy.
-No me importaría.
-Pues está hecho, hoy te enfrentarás a mi madre.-dijo Ever en tono de burla.
-Nada me haría más feliz.
-De verdad, ¿no te da ni siquiera un poco de corte, conocer a mi madre?
-¿Por qué?, no es que me vaya a morder.
-Eso espero.-pensó Ever.
Daniel empezó a reírse por lo bajo.
-¿De qué te ríes?
-Es que has puesto una cara de poca confianza, que había que reírse.
-Que gracioso eres…
Capitulo 11
Al llegar a su casa, Ever se quedó varios segundos mirando a la puerta, dudando si entrar o salir pitando de allí.
Cuando Daniel se acercó a ella, le dio un pequeño empujoncito para que se lanzara a entrar y Ever se dispuso a abrir la puerta.
Ever abrió la puerta y ojeó en su interior.
Su madre estaba en el salón viendo una película.
Ella entró primero.
-Mamá, ya que me dijiste que querías conocer a la persona con quien estaba quedando y le he traído para que le conozcas.
-Ya le he conocido, hoy.
Ever miró a Daniel con horror y él le hizo un gesto diciéndole que no tenía la menor idea de que estaba diciendo.
-¿Por qué no me dijiste que estabas saliendo con Kevin?
-¿Kevin?
-Sí, con Kevin, ha estado aquí y me lo ha contado todo.
-¿Qué te ha contado exactamente?
-Resumidamente, me ha contado que lleváis saliendo tres meses.
-Pero eso no puede ser, Kevin está detenido.
-¿Cómo que está detenido?¿De qué lo acusan?
-Lo acusan por acoso e intento de violación.
-¿A quién?
Ever se quedó dudando un segundo, no sabía si contarle la verdad, pero decidió hacerlo.
-A mí.
Alisson se quedó petrificada.
-Mamá no te alarmes, no me ha pasado nada.
-¡¿DE VERDAD?!
-De verdad, y todo gracias Daniel.
Ever hizo un gesto a Daniel para que se acercara.
-Si él no hubiera aparecido, yo no podría contarlo.
-Te lo agradezco de todo corazón.-dijo Alisson.
-No hay por qué darlas, haría cualquier cosa por su hija.
Ever sonrió y abrazó a su madre.
-Ever, ¿puedo hablar contigo a solas?.-dijo Daniel.
-Claro.
Alisson se marchó y ambos se sentaron en el sofá.
-Escúchame atentamente, que Kevin este suelto no puede significar nada bueno, necesito que no salgas hasta que esté todo solucionado, yo me encargaré de que Kevin vuelva al lugar que le corresponde.
-Ten mucho cuidado.
-Lo mismo digo. TE QUIERO.
-Yo también te quiero.
Capitulo 12
Daniel buscaba frustrado por la ciudad, intentó primero por la comisaría de policía.
Según le contó el sheriff, se habían cometido dos asesinatos, en el que habían muerto dos policías.
Se sospechaba que podía ser Kevin, aunque el sheriff no estuviera del todo seguro, él podía estar seguro de ello.
Empezaba a sentirse inútil, había perdido un día, y mientras Kevin podía estar maquinando algo contra Ever.
Se acostó agotado, llamó a Ever pero no respondía.
Pensó que podría estar ya dormida, ya que su madre le había dado unos analgésicos para poder dormir, así que no se preocupó.
Al día siguiente, buscó en fuentes, donde hubiera alguna pista importante que le diera el paradero de Kevin.
-Es como si se lo hubiera tragado la tierra.-pensó Daniel.
Capitulo 13
Ever despertó aturdida, no recordaba nada de lo que había sucedido.
Aclaró los ojos, y se asustó.
-¿Qué es esto?, ¿Dónde estoy?
Se encontraba en una silla atada, no podía moverse.
Escuchó un ruido y un escalofrío recorrió todo su cuerpo.
-¿Quién hay ahí?
-¿Creías que te ibas a librar tan pronto de mi?
-¿¡Kevin!?
-Has dado en el clavo.
-¿Qué piensas hacerme?
-De momento nada, estoy esperando una señal, para que todo salga como está planeado.
-¿Dónde estás?¿Es que te da miedo mirarme a la cara?
-No creo que te guste mi aspecto, momentáneamente.
-¡Muéstrate!
Kevin apareció delante de ella emergiendo de la nada.
-Dios mío, ¿qué has hecho?¿qué te ha pasado?, ¿parece que estas…
-¿Muerto?, vuelves a acertar.
-Eso es imposible.
-No hay nada imposible.
-No puedes estar muerto, yo te veo vivo.
-Se puede decir que lo que es mi cuerpo, sí, está muerto pero yo no.
-¿Me vas a decir que eres un vampiro?
-Exacto.
-No me lo creo, los vampiros no existen, eso es solo una ficción, has visto demasiadas películas.
-¿Quieres que te lo demuestre?
De repente Kevin se acercó a Ever con una velocidad, que ella casi no pudo notar que se acercaba.
Ello provocó que a Ever se le entrecortara la respiración.
Tenía delante suya los ojos más rojos que había visto, estando lejos no lo podía apreciar pero ahora que lo tenía más cerca, pudo comprobar que no mentía.
Al acercarse un poco más vio la prueba irrefutable de que Kevin ya no pertenecía al mundo de los vivos.
-Tienes una marca en el cuello.
-¿Necesitas alguna prueba más?
-No…pero, ¿Cómo te has convertido?
-No fue fácil, pero he conseguido un trato, ¿te suena el nombre de Lorens?, creo que es el tío de Daniel si no me equivoco.
-¿Lo conoces?
-Él a cambio de enviarle a su sobrino, me ha ofrecido la inmortalidad y me pareció un buen trato…duele un poco al principio pero luego el dolor se apaga, dejas de sentir. Aunque tiene un pequeño inconveniente, la forma de alimentarse, la sangre es un elixir pero hay que ensuciarse las manos para obtenerla.
Después de convertirme, tuve que matar a dos policías, pero qué más da, son daños colaterales.
-Eres un monstruo.
-Puede, pero voy a conseguir lo que quiero.
-¿Y qué es lo que quieres?
-A ti, eres lo que más deseo en el mundo, pero antes voy a quitarte ese engendro que tienes ahí adentro.
-¿De qué estás hablando?.
-Un cuerpo humano no puede captarlo pero un vampiro puede oír un latido a un kilometro de distancia.
-¿Y qué quieres decir con eso?
-Quiero decir que en tu cuerpo se escuchan dos latidos.
-¿Quieres decir que estoy embarazada?
-Sí, pero no por mucho tiempo.
Kevin se levantó y sostuvo un cuchillo en su mano.
-No te atrevas a tocarme.
-No estás en situación de dar amenazas querida princesa, pero tranquila, hasta que no salga todo como está planeado no te voy a tocar, más de lo debido.
Ever se quedó callada un segundo, ¿estaba embarazada?¿y para qué podía querer Lorens a Daniel?, y ante la duda decidió preguntarse al único que podía saberlo, Kevin.
-¿Y para que quiere Lorens a Daniel?
-Creo que quiere matarlo.
-¡¿Matarlo?!
-¿De qué te sorprendes?, es un estorbo para él, lleva veinte años intentando matarlo.
-¿Pero por qué?
-Eso ya no puedo contártelo, hay cosas que es mejor que no sepas, por el momento.
Suena el móvil de Kevin.
-Tengo que irme preciosa, tengo que hacer que tu príncipe azul caiga en la trampa.
-¡Kevin, no me puedes dejar aquí!
-Claro que puedo, es más voy a hacerlo, pero no sin antes asegurarme de que no te escapas.
Saco una jeringuilla de su bolsillo.
-¿Qué piensas hacer con eso?
-Shh, tranquila esto te va a doler solo un poquito y ya verás cómo te relajas.
Se la clavó en el cuello sin perdón, provocando en Ever un dolor que se le fue dispersando a medida que empezaba a hacerle efecto el sedante.
Al poco rato Kevin se había ido y Ever estaba inconsciente.
Capitulo 14
Daniel volvió a casa reventado, no había encontrado ningún indicio sobre Kevin.
Se sentía frustrado por no saber tampoco nada de Ever en los dos días de búsqueda que llevaba.
No comprendía cómo podía Kevin estar tan bien escondido, no podía salir de la región ya que no tenía pasaporte, tampoco podía ir por la calle ya que los agentes estaban alertas y tampoco podía utilizar tarjetas ya que desatarían la alarma.
Se dispuso a coger el teléfono para llamar a Ever pero encontró una nota al lado.
Hola Daniel.
Sé que ahora estarás enrabiado al saber que no me encuentras pero, voy a ser bueno, te voy a decir algo que no sabes.
Lo sé todo sobre ti, me ha visitado un conocido tuyo, Lorens, ¡eres un Nefilim!, quien iba a imaginar que el chico perfecto era medio vampiro.
Si quieres saber algo más de mi, te espero en la mansión de tu tío…
KEVIN
Daniel hizo añicos el papel, corría rabia por su sangre.
-¡Te voy a matar!.-dijo gritando.
Salió corriendo de su apartamento.
Y fue corriendo a coger un avión.
Ahora su destino era Escocia.
Capitulo 15
Escocia era una tierra, que en determinadas regiones parecía que el tiempo no existía.
Al entrar en la Mansión Lorens parecía que se transportaba al siglo XVII.
Un castillo oscuro, lleno de armaduras, cuadros antiguos y tenía la apariencia de que no estaba habitado, aunque Daniel sabía perfectamente que no era así, en lo más profundo del castillo se encontraba su contrincante.
-¡¿Dónde estás?!.-gritó.
Pero el silencio fue su única respuesta.
Se adentró entre los estrechos pasillos y llegó al salón central, allí estaba su tío.
-Por fin has llegado.-dijo Lorens.
-¿Dónde está Kevin?
-No se encuentra aquí.
-Eso es mentira.
-No sobrinito mío, acabas de caer en la trampa, estás encerrado en este castillo y destinado a una muerte lenta y dolorosa.
-Eso ya lo veremos.
-Pues claro que lo veremos, lo que no vas a poder ver es como Kevin convierte a Ever.
-¿De qué estás hablando?
-Te lo explicare, mientras que tú estabas obsesionado en encontrar a Kevin, yo hice un trato con él, para que todos estuvieran satisfechos.
Ahora Kevin es inmortal, y yo te tengo aquí y por fin haré lo que tantos años llevó deseando, matarte.
Eres el fruto de un amor imposible, tu padre no debió jamás casarse con una sangre sucia…
-¡No hables así de mi madre!
-No te enfades, era lo que era, una débil humana.
-Ni siquiera la conociste.
-Ni falta que hace, pero Ever sabes que tendrá el mismo destino que ella y disfrutaré viendo como muere.
-No llegarás a cumplir tu cometido, te mataré antes de que digas tu siguiente palabra.
Daniel se encaró contra Lorens que con la fuerza del impacto empezó a tambalearse.
Ambos se pegaban pero a ninguno les hacía efecto.
A traición, Lorens cogió una daga e intentó clavársela a Daniel, pero él la esquivó rozándole el brazo, eso hizo que Lorens desviara la atención hacia la sangre del brazo de Daniel.
Le golpea la mano y la daga cae en manos de Daniel que se la clava en el corazón.
-Ella morirá y eso ya podrá cambiar.-dijo Lorens.
-Al menos tu ya no podrás verlo.
Lorens cae al suelo, empieza a envejecer y a arrugarse y acaba convertido en polvo.
-Polvo eres y en polvo te convertirás-dijo Daniel.-Debo salvarla antes de que sea demasiado tarde.
Capitulo 16
Ever se despierta, tiene a Kevin delante.
-Por fin despiertas, tengo que decirte que eres mucho más atractiva dormida.
-¿Qué quieres?
-Vengo a decirte que tu querido Daniel ha caído en la trampa, ya debe de estar muerto.
Ever empieza a llorar.
-¡Eres un monstruo!, no tienes perdón, mátame antes de que lo haga yo.
-No seas Julieta, la vida sigue, o la muerte, aunque antes de nada tengo que contarte una cosa…
-¿Y si Romeo no hubiera muerto, querida Julieta?
-Daniel, ¿eres tú?
-Soy yo querida princesa.-susurró Daniel.
-Eso es imposible.-grita Kevin.-tú deberías estar muerto.
-Y tu también, pero ya veo que mi tío a hecho de las suyas.
-¿Cómo dices?
-Lorens está muerto.
-¿Has matado a tu tío?.-dice Ever aterrorizada.
-Compréndelo, si supieras lo que él me había dicho hubieras hecho lo mismo.
-Me corroe la sangre el verte aquí, debiste haber caído en mi trampa, todo estaba preparado para que murieras hoy-dice Kevin.
-Entonces supongo que tengo suerte, al contrario que tú, que vas a tener el mismo destino que mi tío Lorens.
-Eso ya lo veremos.
Kevin se acerca rápidamente hacia Ever e intenta huir con ella a rastras.
-No le pongas las manos encima.
-No te he oído bien.-respondió Kevin.
Ever estaba conmocionada. Se estaban peleando. Por ella.
Las manos de Daniel eran más rápidas y consiguió apartar a Kevin de ella.
Kevin gruñó cuando Daniel lo agarró del pelo y le inmovilizó la cabeza contra la superficie de la mesa.
-He dicho que no le pongas tus asquerosas manos encima, maldito saco de mierda.
Ever gritó, estaba asustada e intentó escapar, pero era presa del pánico.
Por entonces Kevin ya se había zafado de Daniel y ambos estaban enzarzados dando círculos, haciendo chirriar sus zapatillas contra el suelo pulido.
Daniel empezó a esquivar los golpes antes de que Ever se diera cuenta de que Kevin estaba hecho una furia. Pero Daniel no lograba esquivarlos con suficiente rapidez. Kevin acertó con lo que bien podría haber sido un golpe KO justo debajo del ojo de Daniel, lo cual le hizo retroceder y empujar involuntariamente a Daniel contra la mesa. Se volvió y murmuró algo inteligible antes de darse la vuelta nuevamente.
-¡Por Dios, parad!.-gritó Ever, justo antes de que Daniel se abalanzara sobre la cabeza de Kevin.
Daniel le hizo el placaje a Kevin y descargó una ráfaga de puñetazos en sus hombros y a ambos lados de su cara.
-Así, así me gusta.- gruñía Kevin, moviendo la cabeza de un lado a otro como un boxeador.
Sin soltar la presa, Daniel le puso las manos alrededor del cuello y empezó a apretar.
Kevin reaccionó empujándolo contra una estantería de libros. El impacto resonó en la habitación con más fuerza que ningún trueno que había oído antes.
Daniel gruñó y cayó al suelo en con un golpe secó.
Ever se tambaleó, pensaba que quizá no podría levantarse, pero Daniel se incorporó enseguida.
Ambos se golpeaban pero ninguno percibía el golpe.
Aunque Kevin era visiblemente más fuerte, Daniel tenía la ventaja de que estaba amaneciendo y las fuerzas de Kevin iban siendo reducidas.
Kevin miró el amanecer con miedo y con arrogancia.
Daniel aprovechó que Kevin estaba distraído y partió una silla en forma de una estaca.
Luego se la clavó en el corazón.
Kevin acabó con el mismo destino que Lorens.
Ever estaba conmocionada.
-Eres un asesino.-sollozaba Ever.
Antes de que Daniel pudiera decirle nada Ever se desmayó ante tanta presión.
Capitulo 17
Ever despertó en su cuarto y Daniel estaba a su lado.
-Todo ha acabado, princesa.
-Eres un asesino…
-No digas eso los he matado por ti, para que no volvieran a hacerte daño.
-¿Quieres decir que esto ha sido por mi culpa?
-Ni mucho menos, solo quiero decir que no pienses que soy un asesino pues ellos no merecían vivir, es más no estaban vivos.
-No quiero saber más nada ni de vampiros ni de nada parecido.
-Ever…yo…
-Daniel por favor no me hables más, esta noche necesito dormir ya hablaremos mañana.
-¿Quieres que me vaya?
-Si por favor.
Daniel se marchó, Ever sabía que le había molestado el hecho de que quisiera que se fuera, pero no le apetecía tener que explicarle que estaba…embarazada.
Aún no podía creérselo, solo se había acostado con Daniel una vez, hace un mes, pero no tenía en cuenta que pudiera haberle pasado aquello.
¿Cómo iba a explicarle a su madre que iba a tener un hijo?...¿Acaso iba a seguir con ese embarazo?
Se puso de lado en la cama y se dio cuenta que detrás de la foto de su padre había una nota que no había visto antes.
Desplegó la nota y abrió los ojos como platos.
La letra le sonaba muchísimo, pondría la mano en el fuego diciendo que era la grafía de Kevin.
En la nota decía:
Querida princesa,
Si has encontrado esta nota significa que yo estoy muerto y no he cumplido con mi cometido… una lástima ya que soñaba con chuparte la sangre hasta que fueras mía para siempre.
Aún así debo contarte algo, en tu juicio está creerme o no, pero debo decirte que tu chico perfecto no es humano es un Nefilim, medio humano y medio vampiro, no es de extrañar, su madre se enamoró de un vampiro del clan Gladies, que en Latín significa espada, ya que eran los mejores en aquel arte, como su amor era imposible, lanzaron una maldición a la madre de Daniel e hicieron que enfermara hasta morir, pero no sin antes dar a luz un engendro llamado Daniel que de ser descubierto rompería todas las reglas de los vampiros. El padre de Daniel murió cuando él tenía nueve años y su infancia junto a Lorens fue nefasta…sin alargarnos…el hijo que llevas en tus entrañas es también un engendro…tú decides que haces.
Kevin
Ever estaba atormentada, no quería saber nada de vampiros y ahora se encontraba no solo con que su novio era vampiro sino que también el niño que esperaba era otro de la misma especie.
Le temblaban las manos y las tenía sudorosas ante el miedo, estaba paralizada.
Una parte de ella no quería seguir con esto, su parte salvaje estaba dispuesta a seguir con esta aventura ya que quería demasiado a Daniel como para desprenderse de él.
De pronto se sintió observada y levantó la vista, Daniel la estaba mirando fijamente como si ya supiera lo que le iba a decir…es posible que ya lo supiera.
-¿Te ocurre algo?-dijo ella.
-Tenemos que hablar, sé lo que estás pensando, pero…
-Entonces es cierto…eres tú también un monstruo.
-¿Eso es lo que piensas?
-La verdad es que si pero tengo que decirte otra cosa…
-No me digas nada más, si crees que soy un monstruo no merezco seguir en esta vida, mi alma está perdida sin ti, me quemaré en el infierno.
-Espera.
Pero Daniel ya no estaba.
Capitulo 18
Ever buscaba desesperada por la ciudad estaba llorando. Había pasado una semana que había desaparecido Daniel y no sabía si volvería a verlo, después de un día de indecisión, comprendió que iba a seguir adelante con ese embaraza y que quería a Daniel lo suficiente como para aceptarlo tal y como era.
Ya se encontraba de dos meses y las nauseas iban a peor.
¿Por qué le había dicho eso a Daniel?
¿Sería demasiado tarde?
¿Le salvaría a tiempo?
Buscó por toda la ciudad, tenía aún más nauseas y empezó a vomitar en un callejón al lado de su restaurante favorito.
En el fondo de aquel callejón estaba un mendigo con aspecto de moribundo.
Al fijarse mejor abrió los ojos como platos y descubrió que aquel moribundo mendigo era su querido Daniel.
-Daniel, amor mío, dime que sigues aquí conmigo.
Daniel se movió un poco y le susurró.
-¿Estoy en el cielo?¿mi alma se ha salvado?
-Cariño estás vivo.
-¿Sigo vivo?
-Si…y no sabes la alegría que me da.
-¿Sigues con la idea de que soy un monstruo?
-No, te acepto tal y como eres. Y además tengo que contarte otra cosa.
-¿Y bien?
-Estoy embarazada, y tú eres el padre.
-¿Lo dices en serio?
-Absolutamente.
-¿Piensas seguir adelante con esta vida?
-Sí. Te quiero y es lo único que me importa.
-Entonces que así sea. Estamos juntos en el abismo de la eternidad.
THE
END